miércoles, 27 de octubre de 2010

sensual

Tener un nuevo blog se ha vuelto una tarea harto entretenida. Hay ratos en los que podría estar depilándome el ano pero prefiero pasar por aquí y escribir sufridas notas de amor o quejas absurdas acerca de un amigo imaginario o una amante inventada. O transcribir algunas notas que nadie pela en el Facebook. No, no soy su payaso ni quiero “hacerlos sentir”, de hecho en persona soy sumamente aburrido. A veces soy sexy pero esto pasa sólo cuando sorprendo a la perrada con mis movimientos de techtonic.

. Cada 5 minutos entran a pedirme que teclee más suavecito, lo siento, yo tenía clases de mecanografía en la secundaria y mis dedos son sumamente poderosos.

Y es que esto de las redes sociales no es para gente sexy. La gente verdaderamente sexy no tiene computadoras… O tal vez sólo para mí y un pequeño sector nos es sumamente atractiva una persona que no tiene vida online. Que seguro usa una computadora muy vieja sólo para escribir sus memorias. O es una fotógrafa peregrina que aún usa cuartos oscuros (que sexy) improvisados en alguna habitación con cama individual y desayuno continental en Estambul.

Me aplasta las bolas tener un perfil online pero es innegable que son útiles para muchas personas. Es divertido ver en los Starbucks o en las oficinas a cuarentonas y cuarentones sabroseando quinceañeros en Facebook o joteando en farmville. Algunos también no podemos negar que nos ha servido para conseguir clientes y trabajitos interesantes. Sí, soy un prostituto.

Pero algún día, tendré los cohones para abandonar todo esto y dedicarme a escribir mis memorias y viajar por el mundo documentando a la vieja usanza las costumbres de familias disfuncionales en Nashville o en los burdeles de Laos. Usaré el internet de los cafés y los aeropuestos sólo para ver películas online y recargar mi ipod (precargado con sólo canciones de antes de 1996). Ahora sí seré ridículamente sensual, mi real meta en la vida.

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