jueves, 30 de septiembre de 2010

me gusta la palabra holocausto

Lo matemático entre nosotros, la atracción que evitamos y los testigos. Lanzaste una piedra sólo por que te sentías bien. Ellos no nadan porque están todos muertos. Miré tus ojos distantes y me di cuenta que era momento de irse o arriesgar todo.

Te sentaste a mi lado y me dijiste que dejara de pensar tanto. Corte a... Tu mano jugando con mi cara como si fuera de plastilina. Reíamos mucho, tu boca sabía a sandía, aunque tú insistías que era otra cosa. Somos los últimos habitantes de ésta ciudad, los últimos en escuchar algo, sentir algo.

Siempre me han avergonzado mis pies, y también el resto.

Dices que mis ojos auguraban un desastre. No nos faltó tiempo sino intención, y ahora estamos juntos de nuevo adivinando cuánto hay que sufrir antes de volver a amar.

A veces extraño a la gente que nos rodeaba. No volvería a la rutina, sólo a ver sus caras. Se llevaron todo. Ahora para escuchar música tenemos que hacerla nosotros mismos.

Cuando bailamos siempre me pisas, más por diversión que por torpeza. Cuando desayunabamos me pediste que levantara tu cuchara, que se había caido cerca de mi. Cuando me agaché levantaste tu falda cínicamente. Te amo.

No es que me de risa lo malo del mundo, es que soy sumamente inmaduro. Pero jamás he vuelto a regalar un peluche desde que a los 16 le regalé uno a una noviecita y dos días después me mandó al diablo.

Tienes el poder de hacerme sentir grande y después ingnorar lo que has creado.

Un poco ebria y engreida me dejaste hablando solo para después llamarme y disculparte. Darte cuenta del error no vale nada si te es tan natural hacerlo cada fin de semana. Después estabas sobre mi, cubiertos por tus sabanas favoritas. Diciendome que no querrías nunca estar en otro lado. Por qué nos mentimos cuando lo único real es la sensación de un dulce desgarramiento en el estómago.

Entonces usé mi soledad para iluminarme, y cuando desperté estabas a mi lado, me fué inevitable besarte, toda. Neutralizas en mi todo deseo de hacer una pendejada, como olvidarte.

No hay nadie, sólo cuerpos putreefactos y un par de buitres (algunos amigos tuyos) pero nos es imposible aburrirnos, aunque lo intentáramos.

Tomé mis cosas y me fuí antes de que despertaras. Llegué muy lejos pero no le encontré sentido alguno.

citas y mitomanías.

El riesgo no es irte sino ver lo que estás haciendo y que no te guste. No es bueno hablar con el corazon roto porque suenas repetitivo y como si tuvieras un lapiz en la boca. Me encontre a una persona al igual aburrida de sus acompañantes y me contó su tragedia, cuando me pidió que le contara la mia sólo me quedé dando sorbos a mi vaso. "Es una lástima".

Desde esta distancia te puedo matar con la mirada, o sólo hacer el ridículo. "Tú no necesitas un hombre, necesitas un campeón". Depende si te gustan del tipo deportista, o si se toma ciertas cosas como un juego, o si sólo sabe jugar, o si muve bien sus cartas y sus caderas. Cómo volverte aburrido en dos semanas.

"Pienso en alguien más y me emociona que todo pueda ser mejor, pero eso en este momento es imposible, ella no eres tú". El problema radica en buscar recetas médicas, diagramas bien definidos y temerle a la complejidad de un garabato infantil. Convertir al ser amado en una caricatura. O ignorar al ser amado por obligarte a ser una caricatura.

¿Por qué no dejar que el mundo se nos escurra por entre los dedos por lo menos una vez?

Quiero arrancarte la piel y amarte desde dentro. Quiero hacerte una cabaña con mis costillas y hacerte reir de una vez por todas. Quiero callarme y esperar, Enfrascar la fiebre y guardarla en tu alacena. Tal vez algún día te la encuentres por sorpresa, una linda sorpresa.

De mi cuarto no sale ningún ruido, los colecto y los pongo en un album.

nuevo blog

Huele a pimienta, a mitomanías y recetas médicas en papel algodón.Huele a nuevo pero de modelo viejo, descontinuado desde el comienzo.

Desordenado como cuarto de puberto.

Notas aclaratorias:

Los post no son autobiográficos a menos que aclare lo contrario.

Soy una persona aburrida, en serio.