miércoles, 27 de octubre de 2010

“No desearás la mujer de tu prójimo, no codiciarás su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo”

La idea era reprimir el deseo desordenado. Para fines prácticos debiera ser algo muy sencillo y útil… Si se expidieran actas de propiedad humana.

-sss ¿ya viste a ese hijo de la chingada?, que buena funda trae.

Yo no entiendo nada.

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