viernes, 28 de septiembre de 2012

Esto es un asalto.


No es tan diferente como creía, su cabello sigue manteniendo una forma muy simpática, como una pila de escombros, es hermoso. 

Esperaba por lo menos un aneurisma, no es cualquier cosa. Tampoco ha pasado tanto tiempo, se ve un poco más delgada ahora, pero no más fuerte. 

Un par de vasos exagerados de whisky, una galleta salada con algo que parece lodo, o un coagulo. Ella y su risa hienezca, ella y su estúpido cuello larguísimo y sus ojos tristes. 

Tampoco esperaba que hablara tan dulce, ni recuerdo qué decía, tal vez alguna mentira, lo normal. El plan seguía siendo el mismo, conseguir esa misma noche meterme a hurtadillas por entre sus piernas y tal vez a medio forcejeo logre perdonarme. También ella. 

La ternura es la moral del abuso.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

También hay que saber malquerer.



No estamos infelices, tampoco nos maldecimos, más bien nos mordemos, de lejos; de cerca también.

Tiro patadas al viento y me desquito enterrando la cabeza en el pecho de una pobre mujer. Le doy amor flaco, muertodehambre. Le tiro unos versos procurando que le haga gracia, fracaso. Le tiro los dientes y entonces me mira embobada y borracha de sangre, sonríe y nos reímos hasta quedarnos dormidos.  Me quedaré ahí tirado a su lado hasta que el viento se la lleve, o el diablo o el hambre que siempre le da apenas entrada la mañana.

A menudo no se da cuenta de que me burlo de sus muecas para hacerme el loco y volarme y volarla y volarnos bajita la mano como globos malinflados. “Si vas a hacer algo, hazlo bien, desgraciado”. La pobre mujer ya no está tan flaca, ya no está tan loca, ni tan enamorada.