lunes, 1 de noviembre de 2010

ventanas

Quiero quedarme con tu cara, recostada, casi hundida en mi almohada. No escondida, porque no tendría caso. Pero ahí encajada. Quiero una sonrisa y un par de muecas chuecas. Quiero tus piernas para vestirme con ellas.

Un desayuno. Sin mucho que decir. Y que te la pases hablándome de cosas que sólo tú puedes decir sin que suenen ridículas.

No tenemos que alcanzarnos, vamos juntos. Estas cosas no le pasan a casi nadie. Podría abrumarme pero me miras tan amablemente que no puedo evitar jalarte, agarrando tus caderas, hacia a mí y besarte casi brutalmente, casi como si fuera un delito.

No tenemos que volar, pero de todos modos te compré una nube, por si se te ocurre irte por alguna de las ventanas.

Cállame y hazme dormir contigo ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario