martes, 23 de agosto de 2011

crónica de un blues anunciado

Qué hacer cuando el final se te presenta escrito. Siendo un antipático desertor de la suerte y el destino sólo me queda pelear hasta quedarme sin brazos o piernas. Si decido desaparecer así será. Aquí yace el idiota que creyó que el amor no es un trato sino una batalla. Una que ella no va a luchar.

Entonces le dedico el resto de mi vida, por decisión propia más que por heroísmo. Mataría por incluirme en sus planes, pero “no me gustaría estar en un club que tiene por miembro a alguien como yo”.

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