martes, 6 de septiembre de 2011

i will follow you into the dark

Nos equivocamos, ni siquiera esperábamos respuestas, sólo queríamos destruirlo todo y usar el escombro para cimentar una utopía, un mundo que apenas si garabateábamos torpemente, no había colores, no los necesitábamos. Podías volar tan fácilmente, ahora apenas si puedes sentarte derecho. No nos soportábamos pero jugábamos, así nos educamos. Nos convertimos en lo queríamos pero seguimos insatisfechos. No cabemos en nuestro propio lugar, en éste gelatinoso espacio de aire y cosas; entre ésta… gente. No teníamos nada pero lo teníamos todo, y todo cabía en un casete de 45 minutos. Surfeábamos en mi coche y nos burlábamos de la vida cómoda de nuestros vecinos, de sus zapatos y peinados perfectos, de sus novias y sus fiestas a las que no nos invitábamos (aunque preferíamos pensar que no queríamos ir), estábamos orgullosos de nuestras carencias y se volvieron el puño con el golpeábamos al mundo, o intentaríamos hacerlo.

No te rindas. No le des la espalda a tu reflejo ni olvides lavar tus heridas. Piérdete sin vergüenza o miedo, volver a casa siempre ha sido más fácil de lo que aparenta.

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