jueves, 3 de marzo de 2011

gap

Una de las cosas que más puede ofender a una mujercita es que no desayunes con ella después de una noche tan tormentosa. Nadie puede ganar, sólo debes desayunar con ella y por lo menos lavar tu plato al final. Si te es posible deberías jugar con ella, mojarla mientras lavas, después con tus manos aún húmedas debes desvestirla lo más apresurada y torpemente que puedas. Eso les gusta a esas horas. Por las tardes y noches es cuando les gusta que te tomes tu tiempo. Pero cuando ambos tienen que salir temprano a trabajar o a la escuela debes actuar como una bestia y hacerle el amor de manera estrepitosa y que se vaya despeinada. Seguro se sentirá orgullosa de ello.

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