viernes, 28 de septiembre de 2012

Esto es un asalto.


No es tan diferente como creía, su cabello sigue manteniendo una forma muy simpática, como una pila de escombros, es hermoso. 

Esperaba por lo menos un aneurisma, no es cualquier cosa. Tampoco ha pasado tanto tiempo, se ve un poco más delgada ahora, pero no más fuerte. 

Un par de vasos exagerados de whisky, una galleta salada con algo que parece lodo, o un coagulo. Ella y su risa hienezca, ella y su estúpido cuello larguísimo y sus ojos tristes. 

Tampoco esperaba que hablara tan dulce, ni recuerdo qué decía, tal vez alguna mentira, lo normal. El plan seguía siendo el mismo, conseguir esa misma noche meterme a hurtadillas por entre sus piernas y tal vez a medio forcejeo logre perdonarme. También ella. 

La ternura es la moral del abuso.

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